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En situaciones de emergencia, contar con el conocimiento adecuado puede marcar la diferencia entre la seguridad y el peligro. Los extintores son herramientas fundamentales en la lucha contra incendios. Su eficacia radica en la rapidez de acción, permitiéndote controlar las llamas antes de que se propaguen, pero ¿en realidad sabes cómo usarlos correctamente? En este artículo, te brindaremos información detallada sobre los tipos de extintores, sus colores distintivos y los usos adecuados para cada uno. ¡No te pierdas esta guía completa sobre los extintores y mantente preparado para cualquier eventualidad!


¿Qué es un Extintor y para qué sirve?

Un extintor es un dispositivo portátil diseñado para apagar o controlar pequeños incendios en su etapa inicial. Su función principal es la de eliminar o reducir el suministro de oxígeno, interrumpir la reacción en cadena del fuego o enfriar el material inflamable para extinguir el incendio de manera segura y eficaz. Estos dispositivos son primeras líneas de defensa cruciales ante incendios, ideales para uso en hogares, oficinas, fábricas, y más.


Clases de extintores y para qué sirve cada uno 


➞ Extintor de Agua

Son dispositivos de seguridad utilizados para extinguir incendios de clase A (materiales combustibles sólidos como madera, papel, tela), que involucran materiales combustibles comunes como madera, papel, tela, y algunos tipos de plástico. No se recomienda su uso en incendios de clase B (líquidos inflamables), clase C (equipos eléctricos energizados) ni clase D (metales combustibles).


El agente extintor principal es el agua, que puede estar desionizada en algunos casos para hacerla segura para su uso en equipos eléctricos con bajo voltaje, aunque estos casos son menos comunes. En algunos extintores de agua, se pueden añadir aditivos para mejorar la eficacia del agua. Estos pueden incluir agentes humectantes que ayudan al agua a penetrar mejor en los materiales combustibles, o anticongelantes para permitir su uso en ambientes fríos.


Su mecanismo de acción es el de enfriar el material en llamas hasta un punto en el que no puede seguir ardiendo. Esto se logra mediante la absorción del calor por el agua. Comúnmente tienen capacidades que van desde los 6 hasta los 9 litros para los portátiles. También existen modelos sobre ruedas con mayor capacidad para uso industrial o en lugares donde se requiere más agua. Operan a una presión estándar que les permite expulsar el agua a una distancia efectiva, facilitando el combate del fuego desde una posición segura. Dependiendo del tamaño y modelo, pueden tener un tiempo de descarga que va desde 30 segundos hasta más de un minuto.


En muchos países, los extintores de agua siguen un código de colores para su identificación rápida en situaciones de emergencia. Aunque el color puede variar según la normativa local, comúnmente se utiliza el color rojo con etiqueta o banda azul: En algunas normativas, el cuerpo del extintor es de color rojo, que es el color estándar para equipos de extinción de incendios, con una banda o etiqueta de color azul para indicar que el contenido es agua.


Es importante seguir las instrucciones del fabricante para su uso y mantenimiento. Los extintores de agua deben revisarse regularmente para asegurar que estén en condiciones óptimas de funcionamiento y recargarse después de cada uso o según lo indique el calendario de mantenimiento.

Al elegir un extintor de agua, es vital considerar el tipo de incendios que es más probable que ocurran en el área a proteger y asegurarse de que el extintor sea adecuado para esos riesgos.



➞ Extintor de Dióxido de Carbono (CO2)

Son dispositivos de seguridad diseñados para combatir ciertos tipos de incendios, aprovechando las propiedades del CO2 como agente extintor. El CO2 es un gas incoloro, inodoro, y no conductor de electricidad, lo que lo hace efectivo para extinguir incendios en equipos electrónicos sin dañarlos.


El CO2 extingue el fuego al desplazar el oxígeno del aire y enfriar el combustible, lo que detiene la reacción química de la combustión. Son especialmente efectivos para incendios de clase B y clase C, pero no son adecuados para incendios de clase debido a la falta de efecto de enfriamiento en estos materiales.


A diferencia de otros agentes extintores, el CO2 se evapora completamente después de su uso, lo que lo hace ideal para áreas donde la limpieza de residuos podría ser problemática. El uso de extintores de CO2 en espacios cerrados y poco ventilados debe hacerse con precaución debido al riesgo de asfixia, ya que el CO2 desplaza el oxígeno en el aire.


Los extintores de CO2 se identifican comúnmente por tener el cuerpo pintado de color negro en muchas regiones, aunque este color puede variar según las normativas locales o las prácticas del fabricante. Es importante consultar las regulaciones de seguridad locales para la correcta identificación. Además del color, llevan etiquetas y marcas que indican claramente que contienen dióxido de carbono y muestran las clases de fuego para las que son adecuados.


Los extintores de CO2 están disponibles en diferentes tamaños, típicamente variando desde 2 kg hasta 20 kg de CO2, dependiendo del modelo y del uso previsto. El dióxido de carbono se almacena en el extintor a una alta presión en forma líquida, y se expande a gas cuando se libera, lo que permite un efecto de extinción rápido y eficaz.


Estos extintores son una herramienta importante para la seguridad contra incendios en muchas instalaciones, especialmente aquellas que involucran equipos eléctricos o líquidos inflamables. Es crucial, sin embargo, recibir formación adecuada sobre su uso correcto y las medidas de seguridad a seguir durante su manejo.


➞ Extintor de Polvo Químico Seco (PQS)

Son uno de los tipos más comunes de extintores utilizados para combatir incendios de diversas clases. 

Están diseñados para combatir incendios de clase A, B y C. Esto los hace muy versátiles para una amplia gama de aplicaciones, desde hogares hasta entornos industriales.

El polvo químico seco actúa interrumpiendo la reacción química del fuego. Al ser expulsado, el polvo forma una capa sobre el material que está ardiendo, separándolo del oxígeno (uno de los elementos necesarios para que continúe la combustión) y, en algunos casos, absorbiendo el calor. Son seguros para ser utilizados en incendios de equipos eléctricos energizados, ya que el agente extintor (polvo químico seco) no conduce electricidad.


Los extintores de polvo químico seco suelen tener un cuerpo de color rojo, que es el estándar internacional para los equipos de extinción de incendios. Sin embargo, la identificación del agente extintor específico (polvo químico seco en este caso) puede estar indicada con una etiqueta o banda de color que varía según la normativa local o las preferencias del fabricante. Comúnmente, se puede encontrar una banda o etiqueta de color amarillo o azul para indicar polvo químico seco.


El contenido de los extintores de polvo químico seco varía según el tipo de polvo utilizado, pero los más comunes incluyen: El bicarbonato de sodio que es eficaz para incendios de clase B y C; el fosfato monoamónico muy eficaz para incendios de clase A, B y C, y es el más utilizado debido a su versatilidad y el bicarbonato de potasio, especialmente eficaz para incendios de clase B y se usa a menudo en industrias como la aviación y el petróleo.


Estos agentes son seleccionados por su capacidad para sofocar rápidamente las llamas, su no toxicidad relativa y su facilidad de limpieza después de su uso, aunque el polvo puede ser algo sucio y podría dañar algunos equipos electrónicos o maquinaria delicada.

Extintor de Espuma: Los extintores de espuma, también conocidos como extintores de agente espumante, son dispositivos de seguridad diseñados para combatir incendios de ciertos tipos, en particular incendios de clase A y clase B. 


Los extintores de espuma son especialmente efectivos en incendios de clase B, ya que la espuma forma una barrera entre el líquido inflamable y el aire, sofocando el fuego al impedir el contacto con el oxígeno. La espuma también tiene un efecto de enfriamiento sobre el fuego, ya que está compuesta principalmente de agua, lo que ayuda a reducir la temperatura y prevenir la reignición del incendio.

Aunque son más conocidos por su uso en incendios de clase B, también pueden ser efectivos en incendios de clase A debido a su capacidad de penetración y enfriamiento, lo que los hace útiles en una variedad de situaciones.


Se aplican utilizando un chorro dirigido hacia la base del fuego o cubriendo la superficie del líquido inflamable. Es importante no dirigir el chorro directamente hacia el líquido en llamas para evitar esparcir el fuego.

Al igual que otros tipos de extintores, los extintores de espuma suelen tener un cuerpo de color rojo, que es el color estándar para equipos de extinción de incendios en muchas partes del mundo. La identificación del agente extintor (espuma en este caso) puede estar indicada con una etiqueta o una banda de color en el extintor. Tradicionalmente, una banda o etiqueta de color crema o blanco puede ser utilizada para indicar que el extintor contiene espuma.


Los agentes espumantes son sustancias que, al mezclarse con agua y aire, producen una espuma estable. Estos pueden incluir surfactantes como los fluoro surfactantes, que reducen la tensión superficial del agua, permitiendo que la espuma se forme y se extienda sobre el fuego. El agua es el componente principal de la solución de espuma, que ayuda en la extinción del fuego por enfriamiento. Un gas propelente, comúnmente dióxido de carbono o nitrógeno, se utiliza para expulsar la mezcla de agua y agente espumante del extintor y formar la espuma al ser liberado.


Los extintores de espuma son una herramienta valiosa para controlar y extinguir incendios, especialmente en áreas donde los líquidos inflamables presentan un riesgo significativo. Sin embargo, es crucial elegir el tipo de extintor más adecuado para los riesgos específicos de incendio presentes y asegurarse de que las personas que puedan necesitar usarlos estén adecuadamente capacitadas en su operación.

Recomendamos realizar capacitaciones periódicas en el manejo de estos dispositivos y asegurarse de que estén accesibles y en buen estado. ¡No subestimes la importancia de estar preparado y asegúrate de contar con extintores adecuados en tu hogar, lugar de trabajo o cualquier otro entorno donde puedan surgir incendios! Recuerda, la seguridad es responsabilidad de todos.





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